Este encantador chalet semiadosado se encuentra en La Pedrera, Dénia, en una ubicación privilegiada a un paso del centro de la ciudad pero rodeado de tranquilidad. La propiedad está compuesta por una vivienda principal y un apartamento de invitados, lo que la convierte en una opción muy versátil: ideal para familias que buscan espacio, para quienes desean recibir visitas con total independencia o incluso como oportunidad de inversión.
La vivienda principal ofrece dos dormitorios con armarios empotrados y aire acondicionado, dos baños completos (uno de ellos en suite), un luminoso salón-comedor con chimenea (actualmente de adorno) que invita a relajarse en invierno, y una cocina independiente llena de luz natural. El apartamento de invitados se distribuye en dos plantas: en la planta baja cuenta con un dormitorio con baño completo en suite, y en la planta alta una amplia estancia diáfana, perfecta como dormitorio adicional.
El exterior de la casa es uno de sus grandes atractivos. Dispone de varias terrazas (cubiertas, acristaladas y abiertas) desde donde se disfrutan impresionantes vistas al Montgó. La piscina privada está rodeada por un cuidado jardín con fuentes artesanales que aportan un ambiente muy especial. Para los amantes de las reuniones al aire libre, la propiedad cuenta con una cocina-barbacoa de verano totalmente equipada, climatizada e independiente. Además, hay diferentes espacios auxiliares que pueden destinarse a trastero, una cochera con foso para el mantenimiento de vehículos, otra cochera adicional con capacidad para dos coches, garaje cubierto y bodega de vinos.
En cuanto a equipamiento, la casa dispone de calefacción central por radiadores de gasoil, placas solares e instalación fotovoltaica que garantizan eficiencia energética, además de cámaras de seguridad y fibra óptica de alta velocidad. Más allá de sus espacios amplios y luminosos, la propiedad ofrece algo único: pozo propio y un aljibe de unos 30.000 litros, que aportan autonomía y sostenibilidad, ideales para quienes valoran la naturaleza y la autosuficiencia.
Como valor añadido, detrás de la vivienda se extiende un terreno rústico, perfecto para cultivar, plantar árboles frutales o incluso tener animales. Todo ello convierte a esta propiedad en un hogar acogedor, cuidado con esmero y con un sinfín de posibilidades para disfrutar de la vida en Dénia.